Te recomiendo hacer, como mínimo, la sesión preboda. No solo obtendréis fotos preciosas de esta etapa de vuestra vida (vuestros últimos meses como novios), sino que la confianza que ganaréis conmigo y con la cámara vale su peso en oro. El día de vuestra boda estaréis mucho más cómodos.
La postboda, aunque recomendable, no es tan importante. En mi opinión, depende mucho de si el día de la boda nos va a dar tiempo a hacer fotos de pareja o, como pasa a veces, las tenemos que omitir porque los eventos van con retraso.
En cualquier caso, creo que la postboda es una gran oportunidad para volver a darle uso a esos trajes/vestidos que tanto os ha costado elegir y hacer fotos chulas con ellos puestos.
Si lo piensas, hacer las dos sesiones os proporcionaría el reportaje completo:
El antes (preboda), el durante (el mismo día de la boda) y el después (la postboda). ¡Así cuentan las historias en las películas!